Una obra escrita por el francés Pierre Palmade y que tuvo un éxito impresionante en su país, llega ahora a España con las mismas expectativas. Es una comedia donde se muestran las "típicas" escenas de matrimonio, la mayoría de ellas tirándose los trastos a la cabeza o engañándose el uno al otro. ¿Sus actores? Un divertidísimo Enrique San Francisco, como siempre, y una poco conocida Cristina Gallego que me dejó realmente sorprendida con su actuación.
La obra me gustó bastante. Es muy divertida y alocada, y el hecho de que San Francisco ponga su voz rota y sus tradicionales expresiones, ya consigue que, al menos, sonrías sólo con verle. Pero yo siempre hago algo antes de ir a ver cualquier espectáculo, sea teatro o cine, y es que leo críticas y resúmenes un rato antes para saber con qué me voy a encontrar. Mal... porque ya voy con una idea preconcebida, y es lo que me pasó con esta obra. Leía por todos lados lo increíblemente graciosa que es, que no iba a parar de reírme en la hora y media que dura y que me divertiría tanto porque me sentiría identificada totalmente con los personajes. Pues para tanto no fue... Sí, repito que me reí y que es divertida, pero muchas veces simplemente sonreía, sin más. Quizá es por lo último que he dicho, no me sentía identificada con algunas cosas que decían y, por lo tanto, no me hacían mucha gracia. Por eso, creo que esta obra está más dirigida para gente algo más mayor y que seguramente ya tenga experiencia en eso de la vida en pareja (la verdad que la gente que nos rodeaba y no dejaba de reírse, era así).
Realmente es una obra ocurrente y muy amena, donde me encantó conocer a una Cristina Gallego que realizó su papel de una manera magnífica y a un Enrique que no pierde esa chispa tan personal. Pero, por encima de ésta, pondría otras obras que me han hecho más gracia y con las que, de verdad, he salido con agujetas en la tripa. ¿Recomendable? Sí, claro que sí. Apláudeles. Mas piensa que, seguramente, no será la comedia de tu vida...
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